martes, 27 de agosto de 2024

Brevicuentos de fantasía - Mario pleitez (2024), segunda edición

Es curioso y sumamente alocado como se precipitan los encuentros, ya que muchos de ellos son tan inesperados y albergan una magia que, al principio de la vivencia no se siente, nos atrae en demasía. Esto es quizá un encuentro con un amigo que pude compartir unas charlas de cine, espacios que, tomándome el atrevimiento de hablar por ambos y en ausencia de él, nos fue en extremo grato y ameno. Hoy, después de mucho tiempo de no venir por estos recónditos pero tan ansiados lares, traigo un libro, quizás para mucho que aun no han tenido la oportunidad de leer, un cuento o unos brevicuentos de fantasía, de como ya había dicho un amigo, que en honor a la imparcialidad estoy reseñándolos por alguna imperante razón mas allá que la amistad.

Además, el formato de este blog, que mas que eso parece un bloc de notas de obras que me gustan, y que me hallo sin buscar.

Es curioso cómo pasó todo, y es que un día hablando con Mario me comentó que había sacado su libro, el cual yo ignoraba que era uno de los libros que ya tenían una edición allá por los 90's. El autor de la obra me comentó (ya que pudimos tener una charla larga y tendida sobre este manuscrito que nos concierne) que antes había una edición de muy pésima calidad que fue sacada en blanco y negro, a modo de viejo pasquín -me imagino que era mi ad hoc de la época- y que no pudo relucir con todas las ideas que Mario quería añadirles o dotarlo. Pues, como todo en esta vida siempre se llega la hora de realizar las cosas que uno quiere, y poder dedicarle tiempo a la literatura, espacio grato y hermoso que nos hace sentir humanos de vez en vez. 

Brevicuentos es la obra que adquirí y, que claro esta firmada por el autor con una muy hermosa dedicatoria. 

Estos cuentos datan de El salvador, así que es importante a la hora de reparar en alguna palabras del país, como jelengue, cachimbazo, y otras expresiones natas de aquí. Esto crea para mí un sello de identidad que si me lo preguntan al menos es considerable que los libros nacientes de su país tengan esa jerga, esos modismos que nos hacen diferentes y que al leerlos nos llegan de júbilo y carcajadas por la forma que tienen de conectar con nosotros, los salvadoreños. 

Otro dato a resaltar es que el libro está traducido al inglés, ya que fue pensado para un público mas joven, y obviamente en término de ventas pues es importante darle ese recurso a las obras, ya que pueden llegar a muchos confines del globo terráqueo. Aparte, como mencioné está ilustrado, y adosa de tener una sinfonía como canción que fue escrita para efectos de cuentos. 

En cuestión, el libro tiene 7 cuentos donde hay muchos temas importantes, como la búsqueda de los sueños y cumplir las metas pese a las condiciones y adversidades, los deseos mas ocultos de personajes que creeríamos que no merecen tener sueños o deseos, como pueden ser las hormigas, los insectos, los pupitres viejos, y claro esto con un perfecto símil a que todos las personas de este mundo sin importar el tamaño, las vicisitudes y envergaduras que estemos pasando tenemos derecho a soñar, y no solo a eso, sino a luchar como el arduo labor que hacen las flores, las abejas, las hormigas, las luciérnagas,  las polillas, por nuestros mas profundos deseos. Visto desde ahí el tono optimista impera en toda la obra, es casi su leitmotiv. Un parelelismo muy grande es con Esopo, y sus cuentos con narrativa fantástica y humanizante. 

El recurso de Pleitez de usar onomatopeyas en sus cuentos crea una riqueza inconmensurable y una de ls fromas mas apreciable que el lector pueda sumergirse, y es un recurso, aunque antiquísimo, que nunca pierde vigencia y que, sin lugar a dudas, no deja de hacerme sonreír cada que lo leo. Para mí, cuando leo como un viejo pupitre cae y hace rotoplónnnn, es una manera divertida de conectar con situaciones y con la narración. 

Por otro lado, hay mensajes que son a veces lugares comunes, como la valentía y grandeza en el mas pequeño, aunque sin mentir siguen siendo siempre favoritos a la hora de leerlos, porque logran capturar el inmenso mundo de las incertidumbres es cosas mas concretas, como decimos, se vale soñar, y esto en e sentido mas humanista de la palabra. Claro que sí, se vale soñar, se vale tener deseos como aquel niño que fuimos pegados a la cama, viendo el cielo y pensando la infinidad de posibilidades que nos esperan, y que esas ganas de alcanzar lo que a simple vista parecía una constelación brillante a años luz, puede ser el sentido de nuestras vidas, el sentido de la exploración infantil. 

Esto me hace crear que para que un adulto, de casi 30 años como yo, pueda disfrutar de estos cuentos es poder echar en construcción ese punte con el niño interior. Porque no siempre las historia simples son vacías, a veces el mensaje llega más fácil con la simplicidad de la belleza, sino pues miremos a Walt Witman con sus hojas y poemas que nos arropan en una construcción irreal de metáforas que nos hacen apreciar la belleza del mundo que vemos sin percibir. Y es por este motivo que para, en estas cortas y breves palabras invito al lector que se pueda acercar a este libro. 

así como mongón el pequeño dragoncito que no podía hacer amigos por su fuego interno y por sus diferencias, todos en esta vida tenemos la capacidad de ser felices y llegar al lugar correcto